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El lifting facial con microcorrientes se está convirtiendo en una de las técnicas más populares para combatir los signos del envejecimiento de forma no invasiva. Gracias a dispositivos pequeños y fáciles de usar, ahora puedes obtener resultados en la comodidad de tu hogar. Este tratamiento mejora la apariencia de la piel de manera comprobada, tonificando los músculos faciales y estimulando la producción de ATP (energía celular) y colágeno, dos elementos esenciales para mantener la piel firme y juvenil.
¿Cómo utilizar un dispositivo de microcorrientes en casa? Si no sabes por dónde empezar, no te preocupes, te explicamos todo lo que necesitas saber para incorporar este tratamiento a tu rutina. Pero antes de comenzar, vamos a conocer mejor esta tecnología.
Historia de las microcorrientes en la medicina
Aunque hoy en día las microcorrientes se utilizan ampliamente en el mundo de la estética, su origen es mucho más médico. A lo largo de los siglos, las terapias bioeléctricas han sido empleadas de diferentes maneras. Sin embargo, fue a finales de los años 70 y principios de los 80 cuando las microcorrientes comenzaron a utilizarse específicamente para tratar a pacientes con parálisis de Bell, estimulando los músculos faciales para promover su recuperación.
En esa época, los avances tecnológicos mostraron que este tratamiento no solo mejoraba la parálisis, sino que también tenía efectos rejuvenecedores en la piel. Fue por eso que se aprobó su uso para fines estéticos, permitiendo que muchas personas comenzaran a disfrutar de sus beneficios sin necesidad de pasar por procedimientos invasivos. Desde entonces, la microcorriente se ha perfeccionado y reducido a dispositivos más pequeños, accesibles y fáciles de usar en casa.
¿Cómo funciona la tecnología de las microcorrientes?
Aunque no poseemos la capacidad de generar electricidad como las anguilas, nuestro cuerpo utiliza energía eléctrica constantemente para sus funciones. Los impulsos eléctricos de bajo nivel que emiten las microcorrientes imitan los estímulos eléctricos naturales de las células del cuerpo. Esta tecnología actúa estimulando los músculos faciales, mejorando la circulación sanguínea y aumentando la producción de ATP, la principal fuente de energía celular. Además, promueve la producción de colágeno y elastina, dos componentes clave para mantener la piel firme, tersa y joven.
Al igual que otros tratamientos de rejuvenecimiento como el lifting facial, las microcorrientes también tienen un efecto directo sobre la regeneración celular. La estimulación constante activa las células, mejorando su capacidad de regeneración y ayudando a reparar los daños causados por el paso del tiempo.
Beneficios de las microcorrientes en casa
Lo que hace a las microcorrientes especialmente atractivas es que, además de ser un tratamiento completamente no invasivo y prácticamente indoloro, sus resultados son notables. Con tratamientos regulares, es posible disfrutar de una piel más firme, con menos líneas finas y un contorno facial más definido. A medida que las células de la piel se regeneran, la textura mejora y las arrugas más superficiales comienzan a disminuir.
Las microcorrientes son también una excelente opción para quienes buscan una forma rápida y eficaz de rejuvenecer la piel sin recurrir a cirugías o procedimientos más invasivos, como los rellenos dérmicos o los lifting faciales quirúrgicos. La gran ventaja es que los resultados se ven en poco tiempo y no requieren tiempo de recuperación, lo que hace que sea ideal para personas con una rutina muy ocupada.
¿Cómo usar un dispositivo de microcorrientes en casa?
Si te gustaría incorporar las microcorrientes a tu rutina de cuidado de la piel, te damos una guía paso a paso para aprovechar al máximo esta tecnología en la comodidad de tu hogar:
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Preparación para las microcorrientes
Antes de comenzar con el tratamiento, es esencial limpiar bien la piel para eliminar cualquier resto de maquillaje o suciedad. Utiliza un limpiador suave y asegúrate de que tu piel esté completamente seca.
Después, aplica un gel conductor adecuado para las microcorrientes. Este gel facilita la transmisión de las pequeñas corrientes eléctricas a través de la piel y asegura que el tratamiento sea cómodo y efectivo. Además, muchos de estos geles contienen ingredientes hidratantes y nutritivos que beneficiarán aún más tu piel.
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Técnicas de aplicación
Una vez tengas el gel aplicado, es momento de comenzar el tratamiento. Los dispositivos de microcorrientes suelen tener un cabezal con electrodos que debes mover a lo largo de la piel. Comienza desde la parte inferior de tu rostro (zona de la mandíbula) y, con movimientos lentos, avanza hacia la parte superior de tu rostro, siempre siguiendo la dirección de los músculos faciales. Los movimientos deben ser suaves, lentos y controlados, ya que la microcorriente actúa en la piel y los músculos de manera precisa.
Dependiendo del dispositivo, los tratamientos pueden durar entre 3 y 10 minutos, y generalmente puedes ver resultados al poco tiempo. Sin embargo, los resultados a largo plazo se logran si eres constante en su uso.
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Cuidado post-tratamiento
Después de finalizar el tratamiento con microcorrientes, es crucial cuidar tu piel para mantener los resultados. Aplica un hidratante o suero nutritivo que contenga ingredientes como ácido hialurónico o péptidos para ayudar a regenerar la piel. Además, nunca olvides usar protector solar si vas a salir después del tratamiento, ya que tu piel estará más sensible a la radiación UV.
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Consejos para el uso a largo plazo
Para obtener los mejores resultados, es importante ser consistente. Durante las primeras semanas, intenta realizar el tratamiento de 3 a 5 veces por semana. Con el tiempo, puedes reducir la frecuencia a dos o tres veces a la semana, según las recomendaciones del fabricante de tu dispositivo.
Además, asegúrate de comenzar con la intensidad más baja y aumentar gradualmente conforme tu piel se acostumbra al tratamiento.
Recomendaciones y productos para potenciar las microcorrientes
No olvides que el gel conductor es un elemento clave para asegurar que el tratamiento de microcorrientes sea eficaz. Algunos geles incluso están formulados con ingredientes que aportan beneficios adicionales a la piel, como antioxidantes, vitaminas y ácidos hialurónicos. Evita el uso de aceites o productos a base de alcohol, ya que pueden dificultar la conducción de la corriente y generar una experiencia menos cómoda.
¿Qué dispositivos elegir?
Si te preguntas qué dispositivo de microcorrientes elegir, una excelente opción es la línea BEAR™ 2. Este dispositivo está aprobado por la FDA y tiene varios modelos pensados para diferentes necesidades y tipos de piel. Con tecnología avanzada, promete resultados profesionales en la comodidad de tu hogar. Además, es fácil de usar y tiene una gran reputación en el mundo de la estética.