Contenido
Deshidratación que provoca sequedad y pérdida de elasticidad, transpiración que favorece las infecciones y dermatitis, radiación ultravioleta que propicia el envejecimiento prematuro… La exposición al sol y el calor puede afectar gravemente a nuestra piel. Por eso, cuidarla en los días con las temperaturas más altas, resulta imprescindible. ¿Sabes cómo proteger tu piel y mantenerla hidratada, elástica y libre de arrugas también en los días más calurosos del verano? Estás a punto de descubrirlo: ¡Empezamos!
¿La piel sufre con el calor?
La piel es el órgano más grande del cuerpo humano y, aunque el sol nos aporta un sinfín de beneficios como la vitamina D, también puede resultar perjudicial para la piel si no se toman las medidas adecuadas.
Además de manchas, arrugas o melanomas, las altas temperaturas y la humedad veraniega pueden originar en la piel:
- Deshidratación no solo en el organismo, sino también en la piel, provocando sequedad y descamación, a corto plazo; y pérdida de elasticidad y envejecimiento prematuro a largo plazo.
- Estimulación de las glándulas sebáceas, empeorando los casos de acné, eccemas y seborrea en las personas con la piel grasa.
- Aumento de la transpiración, que favorece las infecciones y dermatitis. Además, el sudor aumenta la irritación y los picores, sobre todo en pieles sensibles.
Cómo cuidar la piel en verano
Limpieza, hidratación y crema solar son las tres principales claves que deben componer tu rutina facial y corporal, ya que te permitirán mantener la piel sana y elástica y protegerla del daño de los rayos UV.
Sin embargo, no son las únicas. A continuación, te desvelamos qué debes hacer y qué no para disfrutar del verano con una piel envidiable. ¡Apunta!
La rutina diaria: limpiar + hidratar + proteger
Son los tres pasos fundamentales para cuidar tu piel durante todo el año, pero ¿sabes cómo hacerlo correctamente en verano? Vamos a verlo…
- Limpieza: La higiene es fundamental para evitar infecciones, eritemas, prevenir la deshidratación… ¡y cuidar tu piel! Recuerda darte una ducha después de cada baño en la piscina o el mar o siempre que hayas sudado. En el caso del cuidado facial en verano, empieza y termina cada día con una limpieza que te permita retirar la suciedad, exceso de grasa y maquillaje para que la piel esté fresca y limpia. Un buen aliado para conseguirlo de forma profesional (en casa) es con el dispositivo LUNA. Y recuerda: durante el verano, no abuses de los exfoliantes.
- Hidratación: Elige una crema hidratante con base acuosa o leche corporal y aplícala después de cada ducha, siempre que hayas tomado el sol y antes de acostarte. Por la noche, recurre a una crema hidratante ligera con base de agua y no comedogénica (que no obstruye los poros) para conservar la humedad y mantener la piel hidratada mientras duermes.
¿Sabes cómo añadir un extra de hidratación a tu cara? Incorpora a tu rutina facial el dispositivo UFO 2 con termoterapia, tecnología LED, crioterapia y pulsaciones T-Sonic. Solo elige la mascarilla que más se adapta a tu tipo de piel y devuélvele toda la vitalidad… ¡en 2 minutos!
- Protección solar: Su uso es imprescindible en verano, incluso aunque no tomes el sol o el día esté nublado. Elige un buen factor de protección (se recomienda uno más alto al inicio del verano) y aplícatelo siempre antes de salir de casa sobre todo en las zonas más expuestas y sensibles (cara, cuello, escote y manos). Si vas a la playa o la piscina, recuerda aplicarlo cada dos horas o después de cada baño.
Tomar el sol, con precaución
¿Te gusta presumir de bronceado? Puedes hacerlo a la par que cuidas tu piel, de forma fácil, siguiendo cuatro consejos:
- Utiliza siempre protector solar.
- Realiza una exposición progresiva día a día y no tomes el sol durante periodos superiores a los 30 minutos. ¡Mucho cuidado con quedarte dormida!
- Evita las horas de mayor intensidad de radiación ultravioleta (de 11:00 a 16:00 horas).
- Tras cada baño solar, el consejo date una ducha de agua tibia y aplica una crema hidratante que te permita recuperar la humedad natural de la piel.
Alimentación e hidratación: dos básicos
Hidrátate, hidrátate e hidrátate. El cuerpo humano está compuesto por un 60-70% de agua, por lo que no te olvides de darle toda el agua que necesita, sobre todo, en los días más calurosos del año. Incorpora a tu dieta diaria verduras frescas y frutas, en forma de ensaladas, batidos y zumos y aumenta el consumo de agua bebiendo entre un litro y medio y dos al día. ¡Regalarás a tu piel y a tu cuerpo toda el agua que necesita para brillar!
¿Preparada para estrenar bikini y una piel envidiable este verano? Ahora que ya sabes cómo cuidar la piel en verano para mantenerla joven, hidratada y protegida, recuerda incorporar todos los consejos en tu rutina facial y corporal. Da igual si quieres lucir un bronceado de infarto o una piel clara, porque este verano tú ya sabes cómo presumir de piel irresistible. Sí, este verano vas a presumir de tu mejor TÚ.