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La caída del cabello, también conocida como alopecia, es un problema comúnmente asociado con los hombres a medida que envejecen. Sin embargo, en los últimos años, se ha hecho evidente que este problema también afecta a las mujeres, y no exclusivamente a edades avanzadas.
Según la Dra. López Couso, especialista en tratamientos inyectables faciales de la Clínica Dermatológica Internacional y Ruber Internacional, “se estima que entre un 30% y un 40% de las mujeres en Europa experimentan pérdida de cabello en algún momento de su vida“.
¿Cuáles son las causas de este fenómeno?
La alopecia femenina tiene dos factores clave: la genética y las hormonas. Como nos explica la Dra. López Couso, la genética juega un papel poligénico, lo que significa que involucra varios genes. Aunque aún no se conocen todos los detalles, sabemos que en el caso de la alopecia androgenética, el gen del receptor de andrógenos (AR), ubicado en el cromosoma X, codifica un receptor que interactúa con la testosterona y la DHT. Las variaciones en este gen aumentan la sensibilidad a los andrógenos, lo que hace que los folículos pilosos se adelgacen y miniaturicen.
Por otro lado, las hormonas también son un factor determinante en la calidad de nuestro cabello. Factores como el estrés, el embarazo o la menopausia pueden provocar cambios hormonales significativos en el cuerpo. “El estrés aumenta los niveles de cortisol, lo que interrumpe la fase anágena del cabello y provoca un efluvio telógeno. Aunque este tipo de caída es recuperable una vez que desaparece el estrés, si se prolonga puede derivar en una alopecia crónica, más difícil de tratar”, explica la Dra. López.
Cuando la caída del cabello comienza en las mujeres, las primeras zonas afectadas suelen ser la región central del cuero cabelludo, la coronilla y la parte frontal, sin llegar a desaparecer completamente la línea capilar, y de manera más uniforme. En los hombres, en cambio, la alopecia suele iniciar con la recesión de la línea frontal y la pérdida de cabello en la coronilla, hasta que ambas áreas se conectan en etapas avanzadas.

Dra. López Couso, especialista en tratamientos inyectables faciales de la Clínica Dermatológica Internacional y Ruber Internacional
Tratamientos y terapias para la alopecia
Afortunadamente, la investigación en tratamientos y soluciones para la alopecia ha avanzado considerablemente. La Dra. López Couso nos presenta algunas de las opciones más innovadoras:
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Terapias basadas en células madre: aunque todavía en fase de experimentación, estas terapias buscan regenerar los folículos pilosos y promover el crecimiento capilar.
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Inhibidores de la JAK Kinasa: estos inhibidores han mostrado resultados prometedores, especialmente en el tratamiento de la alopecia areata. Actualmente, se están evaluando sus efectos en la alopecia androgenética femenina.
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Terapias hormonales personalizadas: a través de moduladores de receptores hormonales, estas terapias equilibran los niveles hormonales, ayudando a retrasar y prevenir la caída del cabello.
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Avances en diagnóstico molecular: las técnicas de diagnóstico molecular permiten identificar las causas exactas de la alopecia, lo que permite personalizar los tratamientos y mejorar los resultados.
A pesar de que ya existen diversas técnicas y tratamientos, la ciencia y la innovación continúan sorprendiendo. En FOREO hemos incorporado la terapia de luz LED en el tratamiento de la alopecia. Esta terapia ha sido clínicamente probada para promover el crecimiento del cabello, aumentar significativamente la densidad capilar y prolongar la fase de crecimiento del cabello (fase anágena).
Dispositivo FAQ™ 301
Con FAQ™ 301, un masajeador capilar con luces LED, se convierte en una solución científica para la pérdida de cabello tanto en hombres como en mujeres. Este dispositivo combina la potencia clínica de la luz LED roja y la tecnología de masaje T-Sonic™. Mientras que la luz LED roja estimula los folículos pilosos para producir cabellos más gruesos y reducir la caída del cabello, el masaje T-Sonic™ estimula suavemente el cuero cabelludo y favorece el flujo sanguíneo, lo que permite que el oxígeno y los nutrientes esenciales lleguen a los folículos pilosos, promoviendo su recuperación.