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Hay mucho misterio en torno a la relación entre el sueño y la piel. Aunque los científicos han llevado a cabo varios estudios sobre el tema, aún se desconoce gran parte de la conexión. Sin embargo, lo que sí se sabe es que existe una correlación definitiva entre ambos. En este artículo, exploraremos algunas de las formas en las que el sueño afecta a la salud de la piel. También veremos las formas de dormir mejor para tener una piel más luminosa. Así que, si te interesa saber más sobre este tema, ¡sigue leyendo!
¿Qué ocurre mientras dormimos?
Lo ideal es dormir entre siete y nueve horas, al igual que se necesita agua y comida. El sueño permite que el cerebro y el cuerpo descansen y se reparen. Es entonces cuando el cuerpo produce la hormona del crecimiento humano (HGH), que ayuda a reparar las células dañadas. El sueño también da a la piel tiempo para regenerarse y curarse. En concreto, durante el sueño, aumenta el flujo sanguíneo a la piel. Esto permite que la piel reciba más oxígeno y nutrientes, lo que puede ayudar a mejorar su aspecto. El aumento del flujo sanguíneo también ayuda a eliminar las toxinas que pueden causar brotes.
¿Por qué dormimos?
Hay múltiples razones por las que el sueño es esencial para nuestra salud. Como ya hemos comentado, el sueño da a nuestro cuerpo tiempo para reparar y regenerarse. Esto es importante porque, a medida que envejecemos, nuestras células no se regeneran tan rápidamente. Por lo tanto, dormir lo suficiente es crucial para mantener la salud de nuestras células. Durante el sueño, se producen algunos procesos importantes, como por ejemplo:
- la reparación muscular
- la síntesis de proteínas
- crecimiento de los tejidos
- liberación de hormonas
¿Cómo contribuye el sueño al buen funcionamiento de la piel?
Ahora que sabemos un poco más sobre el sueño y lo que ocurre mientras dormimos, vamos a hablar de cómo el sueño afecta a la piel y por qué el buen sueño se conoce como sueño de belleza.
Aumenta el flujo sanguíneo de la piel
Como ya hemos comentado, cuando dormimos, el flujo sanguíneo hacia la piel aumenta. Esto permite que la piel reciba más oxígeno y nutrientes, lo que puede ayudar a mejorar su aspecto. El aumento del flujo sanguíneo también puede ayudar a eliminar las toxinas que pueden causar brotes. Estos procesos durante el sueño son fundamentales para nuestra salud general. Sin ellos, nuestro cuerpo no puede funcionar correctamente.
Regula la producción de grasa en la piel
Además del aumento del flujo sanguíneo, el sueño también ayuda a regular la producción de grasa en la piel. Una producción excesiva de grasa puede provocar la obstrucción de los poros y la aparición de acné. Una producción insuficiente de grasa puede provocar una piel seca y apagada. Por lo tanto, dormir lo suficiente es importante para que la piel tenga el mejor aspecto posible.
Reduce el estrés
Otra forma en la que el sueño contribuye al funcionamiento saludable de la piel es reduciendo el estrés. El estrés puede causar una serie de problemas en la piel, como brotes de acné, inflamación y envejecimiento prematuro. Por lo tanto, es importante dormir lo suficiente para reducir los niveles de estrés y mantener el mejor aspecto de la piel.
Reduce las ojeras
Las ojeras son una de las quejas más comunes en lo que respecta al aspecto de la piel. Pueden ser causadas por varias cosas, pero una de las causas más comunes es la falta de sueño. Cuando no dormimos lo suficiente, los vasos sanguíneos bajo los ojos pueden dilatarse, provocando la aparición de ojeras. Así que, si quieres reducir la aparición de las ojeras, asegúrate de que duermes lo suficiente.
Aumenta la producción de colágeno
El colágeno es una proteína que ayuda a mantener la piel con un aspecto firme y regordete. A medida que envejecemos, nuestro cuerpo produce menos colágeno, lo que puede provocar arrugas y flacidez en la piel. Sin embargo, una buena noche de sueño puede ayudar a aumentar la producción de colágeno, lo que puede ayudar a reducir la aparición de arrugas y mantener la piel con un aspecto óptimo.
Equilibrio en los niveles de hidratación
El sueño también ayuda a equilibrar los niveles de hidratación de la piel. Cuando no dormimos lo suficiente, nuestro cuerpo produce menos progesterona, lo que puede provocar sequedad e irritación en la piel. Por lo tanto, si quieres que tu piel tenga el mejor aspecto posible, asegúrate de dormir lo suficiente.
¿Cómo afecta la mala calidad del sueño a tu salud?
No dormir lo suficiente puede tener el efecto contrario en la salud de la piel. Cuando no se duerme lo suficiente, el cuerpo produce más cortisol, la hormona del estrés. Esta hormona puede descomponer el colágeno, que es una proteína que ayuda a que la piel tenga un aspecto luminoso y joven. Un exceso de cortisol también puede provocar inflamación, lo que puede agravar afecciones cutáneas como el acné.
¿Cómo dormir mejor para tener una piel más sana?
Evita la cafeína antes de acostarte
Hay algunas cosas que puedes hacer para intentar dormir mejor. En primer lugar, evita la cafeína antes de acostarte. La cafeína puede permanecer en el organismo hasta seis horas, así que es mejor evitarla por la noche. Además, establece una rutina para acostarte. Esto puede ayudarte a indicar a tu cuerpo que es hora de relajarse por la noche.
Dormir boca arriba
Otra cosa que puedes hacer para dormir mejor es dormir boca arriba. Esto puede ayudar a reducir las arrugas y a mantener el mejor aspecto de la piel. Dormir boca arriba permite que la cara descanse sobre la almohada, lo que puede ayudar a reducir la aparición de arrugas. Además, dormir boca arriba evita que la cara entre en contacto con bacterias y otros agentes irritantes que pueden provocar brotes.
Utilizar una crema hidratante de noche con ácido hialurónico
Intenta utilizar una crema hidratante de noche con ácido hialurónico. Este ingrediente ayuda a fijar la humedad en la piel, lo que puede ayudar a mantenerla hidratada y con el mejor aspecto. Cuando te despiertes, tu piel se verá y se sentirá fresca y radiante.
Duerme lo suficiente
Por último, asegúrate de que duermes lo suficiente. La mayoría de los adultos necesitan entre siete y nueve horas de sueño por noche. Si no duermes lo suficiente, intenta establecer una rutina para irte a la cama y cúmplela en la medida de lo posible. También puedes hablar con tu médico sobre cómo mejorar la calidad de tu sueño.